Ganarle a la enfermedad es más fácil.
Las enfermedades en los cultivos son causadas por diversos factores. Todos ellos actúan como si se pusieran de acuerdo en dañar nuestros cultivos. Los cambios repentinos de clima, la poca o mucha agua, la aparición de insectos vectores de enfermedades, las deficiencias nutricionales del suelo y foliares, sumado a malas prácticas agrícolas, todas, directa o indirectamente están actuando para crear un cuadro de enfermedad dentro de nuestros cultivos.
Todos saben que es mejor prevenir que lamentar. Lamentablemente pocos actúan de acuerdo a este sabio refrán y empiezan a preocuparse cuando las enfermedades ya se instalaron en los cultivos, a menudo ocurre que se hace demasiado tarde.
La prevención de enfermedades debe tomarse en cuenta desde la escogencia de la variedad de cultivo elegida para sembrar, ya que existen variedades resistentes a diferentes enfermedades. Otro factor es saber cuándo sembrar, dependiendo de las condiciones climáticas previstas para la temporada o según la región donde nos encontremos.
Desinfectar los terrenos es una práctica muy recomendada cuando se sospecha de nematodos e insectos de suelo, o bien si el cultivo anterior ya había sido infectado. Aplicación preventiva según las condiciones de clima y etapa del cultivo, es sumamente importante para la prevención de enfermedades, ya que estos fungicidas preventivos a menudo tienen menos costo que los especializados y curativos.
No permitas que tu cultivo llegue al momento de infestación, porque habrás perdido la batalla.
La elección de un fungicida va a depender del tipo de cultivo, tipo de enfermedad, momento y presupuesto.
Dentro de los productos como referente para el control preventivo pueden destacarse Antracol, Branil, LaRed, que su costo es más accesible. Luego Bacterhon, Infinito y Luna, cuyo precio puede ser más alto, pero están recomendados para casos más específicos y para sacar al cultivo adelante.